DENUNCIA: Acoso sexual callejero



Por Marina Guzmán Tecuapetla 

En la cultura patriarcal a la que, lamentablemente, formamos parte está muy naturalizada la creencia de que nuestros cuerpos les pertenecen y son para el servicio de las otras personas, que es tan común escuchar preguntas o comentarios como: ¿Por qué tan arreglada, a quién vas a ver?, ¿Vas a salir vestida así, no ves que es peligroso?, Te van a robar, no te vistas así date a respetar, te ves muy provocativa, cámbiate de ropa porque atraes la atención, entre otras muchas. De esta manera cuando vamos por la calle o en algún espacio público y “alguien” toca nuestros cuerpos, nos insulta, nos chifla, nos mira de manera morbosa, dentro de lo primero que podemos experimentar es vergüenza, miedo, incomodidad, culpa por el evento ya que inclusive sí, se nos señala como culpable y se nos juzga.

El acoso sexual callejero comprende una amplia gama de prácticas a las cuales mucha gente parece estar habituada y aceptar como naturales hasta inofensivas. Esta “naturalización” ha favorecido su “invisibilización” como problema.




¿Por qué si tu cuerpo te pertenece y tienes el derecho de vestir como para ti sea cómodo y agradable, hay personas que no respetan?

¿Qué pasa en tu cuerpo cuando alguien ejerce alguna práctica así? ¿Qué sensaciones o emociones experimentas?

¿Consideras que debes modificar el tipo de ropa que te gusta, el lugar por donde caminas, la hora en la que andas en la calle, la forma de caminar para evitar el acoso sexual callejero?

1 comentario:

  1. Para mí es horrible ir caminando por la calle e ir ideando estrategias para evitar a ciertos "sujetos sospechosos" y luego llevarme el fiasco de que el señor más viejito y que prejuiciosamente asumí que era el más inofensivo termine mirándome lascivamente y preguntándome ¿te acompaño?? qué hacer?? qué sugieren las demás?

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